Séptima semana 7️⃣

 

Hoy vengo a contaros cómo fue mi séptima semana de erasmus en Vendas Novas (Portugal). Esta semana era especial porque vinieron mis padres a verme. Pero esto no sucedería hasta mitad de la semana.


Hoy tocaba ir a la Costa de Caparica; el jefe tenía como costumbre ir una vez al mes al centro de Co-Working de Caparica, llamado Madan Parque. Así que Eliseo y yo nos preparamos para estar a la hora cuando el jefe llagase a nuestra puerta. El camino se hizo algo largo; sin embargo el trayecto era en coche, no fue para nada pesado si lo comparamos con viajar en autobús.


En estas instalaciones estuvimos trabajando hasta la hora de comer. El jefe nos llevó a la costa donde conocimos a dos amigos del jefe que trabajan como programadores. Estuvimos tomando algo en un chiringuito a pie de playa y al cabo de media hora fuimos los cinco a otro chiringuito donde pude degustar esta todopoderosa Francesinha.


El jefe nos dijo que habíamos tenido mala suerte con el clima, ya que hacía mucho aire y el sol iba y venía. Por lo que pudimos dar un par de paseos por la costa, pero no bañarnos. Yo había preparado chanclas, bañador, toalla, ropa para cambiarme... todo para nada, pero al menos pudimos disfrutar de las vistas.


Después del paseo tocaba volver a la oficina, teníamos aun trabajo por hacer. Así que nos hicimos esta foto y nos subimos al coche con el jefe para terminar la jornada.


Tras completar la jornada tocó volver a Vendas Novas. El jefe hizo una parada antes en Quinta do Conde; quería llevarle sushi a su mujer para cenar, el Lunes fue un día completo.


El martes fue un día tranquilo, Eliseo y yo fuimos a las prácticas donde la jornada también fue bastante tranquila. Como era ya de costumbre cada martes teníamos taller con el tutor de prácticas para aprender más sobre las páginas web.


Anderson por su parte estaba de camino a Vendas Novas otra vez; aunque no lo veríamos hasta el día siguiente.


A la hora de comer hice Macarrones (El fitness ya para otro momento). A la tarde fuimos de nuevo a la empresa para terminar la jornada. Después salí a correr y continué con el proyecto de web que me tocaba hacer durante las prácticas. El martes llegó a su fin.


El miércoles fue algo más interesante, Anderson llegó temprano desde Évora y llegó a tiempo de asearse e acudir a la hora a su empresa de FCTs. Eliseo y yo fuimos a nuestra empresa, donde el jefe nos pidió investigar un poco más sobre wordpress y cómo usarlo para hacer páginas web atractivas.


Por otra parte, mi madre me preguntaba si necesitaba alguna cosa de España, ya que al día siguiente sería cuando la viese. Yo le dije que necesitaba muy pocas cosas; cuando dejamos España yo me traje muuuuuuuuchooooooooooo equipaje (sino me creeis preguntarle a Edu, seguro que todavía tiene pesadillas con mi maleta jajaja).


A la tarde los chicos y yo fuimos a esta tienda de camisetas que estaba de camino al bar del bacalao y del kiosquito de los kebbab. Resulta que la tienda estaba cerrada cuando llegamos, eran las 7 de la tarde, pero claro si queríamos ir todos juntos no podía ser a otra hora.


El miércoles no pasó nada más interesante, el jueves me esperaba el gran día.


Así amanecí el Jueves. Había bastantes nervios porque llevaba sin ver a mis padres mes y medio, recuerdo desayunar e ir a las prácticas con Eliseo donde estuve más de lo normal revisando el teléfono. Recuerdo estar mirando el móvil al tres por dos para saber a qué hora vería a mis padres. 

A la hora de comer mis padres me mandaron un mensaje bomba. No venían solos, también venía con ellos mi sobrino mayor, que a sus quince años ya estaba dispuesto a viajar fuera de España. Lo cierto es que me recordó que yo a su edad también había viajado fuera del país. Qué recuerdos.



cuando llegaron las 6 de la tarde esperé a mi familia en la estación de autobús; no estaba muy lejos de la empresa donde realizo las FCTs, está a doscientos metros. Resulta que habían descubierto un bus que iba desde Évora hasta Vendas Novas. Ojalá haberlo sabido en nuestro primer día.



Media hora después al fin pude ver a mi familia en la estación de autobús. La primera frase que dijo mi madre es "Estás más delgado" en fin la mamiBascula no representa la realidad. 


Durante los días que iba a estar mi familia en Portugal se hospedarían en este apartamento que encontraron en airbnb, por lo que lo primero que hice con mis padres en Portugal fue esperar a que el dueño del apartamento llegase a la estación de autobús. Una vez llegó nos acompañó al apartamento, que resultó estar en la misma calle que la pizzería bouca loca. 


Precisamente ese día descubrí que en Vendas Novas todo estaba a 10 minutos. El pueblo es grande, pero al igual que ocurre en Villarrobledo, muchas personas han construido casas en el campo en lugar de hacerlo en el núcleo de la población; por lo que el núcleo en si no era grande en exceso.

Cuando mis padres estaban instalados llegó el momento de ponerse al día. Yo les conté lo que había estado haciendo durante estas semanas y mis padres lo que había sucedido allí. Mis amigos de vez en cuando me contaban cosas sobre lo que estaba sucediendo en San Clemente, pero sin entrar mucho en detalles. 

Después de esta conversación le dije a mis padres que tenían que ver la casa donde he pasado toda esta experiencia Erasmus, después de una caminata que para mi fue como un paseo, pero para mi familia fue como recorrer el amazonas. Al llegar a la casa mi familia pudo observar que la casa se encontraba en buen estado, faltaban algunas cosas, pero también al ser otro país, otra cultura, es normal que se echen en falta cosas y que haya cosas que digas ¿y esto para qué? Anderson y Eliseo también se encontraban en la casa, se presentaron a mi familia y después de ello fuimos todos a cenar al Mercado das Bifanas.


 La primera experiencia de mi familia con el portugués fue terrible, aunque los chicos y yo en cincuenta días tampoco teníamos un nivel nativo... Curiosamente yo fui a cenar con una chaqueta que ponía Brasil y la camarera pensó que éramos brasileños. De castilla la mancha a brasil hay un buen paseo...

Monumento desbloqueado al volver del bar

Al terminar de cenar Anderson y Eliseo se fueron para casa yo acompañé a mi familia hasta el apartamento. Estuve con ellos un rato pero no mucho porque al día siguiente tocaba visitar Lisboa, le pedí el día libre al jefe y él no me puso ningún inconveniente. El jueves había llegado a su fin.

Al día siguiente tocó madrugar e ir al apartamento donde durmió mi familia. Mientras se preparaban yo pude disfrutar de las vistas que tenían desde la terraza.



Mis padres querían ver la parte de Belem en Lisboa, para ello, había que coger un comboio en vendas novas que nos dejase en la estación de Lisoba Oriente. Una vez allí había que bajar a la estación de metro, donde tuve que ayudar a una mujer española a recargar la tarjeta de transportes.

Después de media hora en metro nos bajamos en la estación de Cais Sordé lugar desde donde los chicos y yo tuvimos que andar hora y media para llegar a Belem. Por suerte Lisboa esta lleno de Españoles. Una vez llegamos a la parada de bus de Cais Sordé un chico y una chica de Madrid nos indicaron cual era el bus que había que coger para llegar al Monasterio dos Jerónimos; una parada que estaba muy muy cerca de la torre de Belem.


Mis padres pensaron que sería bueno ver el monasterio, pero resulta que había una cola muy muy larga y en internet tanto el precio de la entrada como las reseñas no invitaban a hacer la visita; por lo que continuamos el camino hacia la torre de Belem.

Al llegar a la torre pudimos observar que la taquilla estaba cerrada. Había carteles en inglés que indicaban que había peligro por colisión (Edu esta vez no te fallé...), así que estuvimos contemplando el paisaje y comimos en un bar que parecía un kiosko y se encontraba cerca de la torre.

Al terminar de comer dimos una vuelta por una serie de puestos, yo me compré la bufanda del Benfica club de fútbol (Equipo más importante de Portugal), después fuimos a probar los típicos pasteles de Belem a la pastelería que los hace.


La visita a Lisboa no duró mucho más, ya que mis padres estaban cansados y todavía tocaba coger un bus desde Monasterio dos Jerónimos hasta Cais Sordé, luego metro hasta Oriente y luego tren a Vendas Novas.


Al llegar a Vendas Novas le sugerí a mis padres el ir al bar del bacalao que descubrí con Anderson y Eliseo, Kiko´s Cafe se llamaba. Allí cené bacalao con ellos y acordamos que al día siguiente veríamos Évora; ya que el domingo se marchaban otra vez para España porque el lunes era la fiesta local en mi pueblo (Aquí tengo que hacer una aclaración, la fiesta local en mi pueblo, San Clemente, se celebra el sábado después de semana santa, pero luego se repite exactamente a los cuarenta días).


Después de cenar fui al apartamento donde mi familia se quedaba para estar un poco más de tiempo juntos, ya que los bares a las 11 ya estaban totalmente cerrados, después de hora y algo volví a mi casa ya que al día siguiente había que viajar también. 


A la mañana siguiente mi familia y yo fuimos a la estación de tren para visitar Évora, creo que era ya mi cuarto viaje a Évora desde que estaba en Portugal. Cuando estábamos esperando en la estación de tren llegaron Eliseo y Anderson, que también iban a Évora, pero al centro comercial.

Lo cierto es que es una ciudad que está bastante bien porque no es especialmente grande como Lisboa, pero tiene un poco de todo, centro comercial, monumentos... (En mi cabeza era como mezclar lo bueno de Cuenca con lo bueno de Albacete). Por lo que era algo más tranquilo y más asequible para mi familia (en términos de no tener que coger tanto transporte público).



Después de ver el Jardín Público y la Iglesia de San Francisco, se hizo la hora de comer. Mis padres me dijeron que les llevase a algún bar que conociese; yo solo conocía el bar en el que comí con los chicos, así que alli fuimos.

Justo en el momento en el que pase al bar y vi esta máquina caí en que se volvía a repetir el visitar Évora, pasar a este bar y celebrarse en mi pueblo la fiesta local (Demasiada casualidad). Después de haber perdido un par de euros en este tipo de máquinas ya sabía como funcionaban, así que saqué un bote de frutos secos para mis padres, ellos se quedaron alucinados con cómo vendían los frutos secos en bote. 


Al terminar de comer fuimos a ver el Templo de Diana y la Catedral. Mi padres aprovecharon también para comprar recuerdos de Portugal por el camino. Había mucha actividad en la ciudad ese día, en la plaza había lo que en España se conocería como una tuna y una despedida de soltera.



Después de ver todo lo que teníamos pendiente, tomamos un helado en la Fábrica dos Gelados y cogimos camino hacia la estación de tren, donde Anderson y Eliseo también estaban listos para partir a Vendas Novas.


Al llegar a Vendas Novas se me ocurrió la idea de visitar la Capilla y el museo de Artillería de la base militar. Recordé que Edu cuando lo hizo pidió permiso a uno de los militares y el amablemente lo hizo. Yo repetí la misma fórmula y conseguí que nos permitiesen ver ambas cosas.






El militar que nos abrió las puertas de la capilla y el museo se mostró bastante amable (Dentro de que el 90% de su trabajo es estar serio) y nos permitió tomar algunas fotos, en el museo aprendimos algunas cosas que desconocíamos del municipio de Vendas Novas. Mi padre estaba encantado con la visita, le recordaba a sus tiempos en la mili.



Después de la visita al museo Anderson y Eliseo se fueron para la casa. Yo llevé a mi familia a cenar a la pizzería Bouca Loca. Durante la cena mi padre me preguntó que si había seguido las noticias de España con el presidente del gobierno; yo le contesté que en absoluto, no estaba para nada pendiente de las noticias, si me enteraba de algo era por Tiktok.

Después de cenar deje a mi familia en su apartamento y yo me fui a mi casa. Al día siguiente tenían que madrugar porque tenían que volver a emprender viaje hacia España. Así que el sábado había llegado a su fin.


La mañana del domingo comenzó así. Madrugué para ir al apartamento a despedir a mis familia y pude observar estas magníficas vistas a lo que parece ser la iglesia de Vendas Novas. Al despedir a mi familia volví a mi casa donde me di cuenta de que quedaba menos de un mes para volver a España.


Ese día también inauguramos la temporada de piscina. Era el momento perfecto, hacía buena temperatura y la piscina ya estaba limpia. El resto del día no paso nada más interesante, la semana había llegado a su fin.




 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cosas Indispensables si quieres viajar de Erasmus

Décima semana 1️⃣0️⃣

Primera semana 1️⃣