Segunda semana 2️⃣

 

Hoy os voy a contar como fue nuestra segunda semana de Erasmus en tierras Portuguesas.

El lunes comenzamos la semana volviendo a las empresas; el día fue tranquilo en Remarketing.pt, mi tutor de prácticas, nos pidió a mi y a Eliseo crear contenido para redes sociales y lo hicimos. Tocó aprender qué era lo que quería el jefe y cómo hacerlo en Canva, la herramienta que nos pidió que usasemos.


Descubrí este pequeño espacio para hacer un descanso en la empresa, los centros de co-working son un mundo por descubrir. El resto del día transcurrió sin nada en especial.

El martes fue un día con más aventuras, al llegar a Remarketing el jefe nos propuso hacer una reunion donde nos enseñó los secretos de su empresa, además también nos propuso ir a comer a un restaurante chino con todos los compañeros de la oficina. 


Al llegar la hora de comer (En Portugal le llaman hora do almoço) fuimos andando hasta el restaurante, no estaba muy lejos, Eliseo y yo pudimos explorar un poco más Vendas Novas y descubrir el restaurante Yun Tian Lou.

Eliseo y yo pudimos disfrutar de este momento donde pudimos conocer un poco más de nuestros compañeros de oficina e intentar falar em Portuguese; nuestro jefe amablemente nos invitó a todos a la comida, es una persona que tiene estos detalles con sus empleados; y parece que también hace lo mismo con sus becarios.


Al salir de la oficina fui con Anderson y Eliseo al supermercado Continente donde hicimos un descubrimiento muito interessante ⬇️

En España seguramente se habría llamado 
"Energética" o "Manolo".

Después de comprar comida para un par de días volvimos a nuestra casa, donde nos dimos cuenta de que nos hacía falta una sartén más grande si queríamos hacer cosas como tortilla española (SPOILER: Hicimos tortilla, pero no ese día). 

El miércoles (quarta-feira en portugués) hizo muy buen tiempo, yo tenía en mente salir a correr después de las prácticas, pero el jefe sugirió un plan mejor, jugar al futbol sala.


Yo llevaba sin jugar al fútbol sala desde antes de la pandemia y mi posición favorita siempre fue la de ver el partido desde el sofá, pero pensé ¿porqué no? será divertido. Asi que después de las prácticas Eliseo y yo nos fuimos con nuestro jefe en su coche a Landeira (es algo así como una pedanía de Vendas Novas) que tiene pistas deportivas muy bien cuidadas. Anderson por su parte se fue al gym, le gusta más la musculación que el fútbol.

Eliseo se convirtió en O fenomeno
        

Después de 10 minutos corriendo me di cuenta de que llevaba demasiado tiempo sin correr detrás de una pelota, bueno eso y que al día siguiente iba a tener agujetas... A Eliseo le invadió el espíritu de todos los Ronaldos que juegan o han jugado al fútbol y dio una auténtica demostración de que el fútbol español es de los mejores; sin embargo el mejor jugador fue el chico que llevaba la camiseta rosita de Messi.


El jefe me dijo que tenía que ser más ofensivo, pero terminé de portero (Menos tenía que correr jajaja), un compañero de la oficina también vino a jugar con nosotros y gracias a eso tuvimos gente de cambio para descansar cuando estábamos cansados. Al hacerse las diez (las 11 en España) volvimos a nuestra casa en Vendas Novas, donde Anderson nos contó que el profesor que vive con nosotros le había enseñado a poner una lavadora. Yo ya había puesto alguna que otra antes, pero nunca viene mal recordar como se hace jaja.


El jueves Eliseo y yo comenzamos el día así, las agujetas eran reales, fuimos caminando a Remarketing como si fuéramos robots, mientras que Anderson estaba totalmente en forma. El jefe nos dijo que él también tenía un poco de agujetas (no creo que tuviera tantas como nosotros jajaja). En la empresa cambiamos de tarea y comenzamos a hacer tareas de investigación, para aprender más sobre el mundo del marketing. 


Después de las prácticas Eliseo y yo fuimos a una tienda a comprar una sartén, al llegar a casa puse mi primera lavadora de blanco en mi experiencia erasmus y aun teniendo agujetas me atreví a correr 8 kilómetros (sí, soy así jajaja).


Al terminar los 8 kilómetros hice esta foto volviendo a casa. El atardecer en Vendas Novas es maravilloso. Recogí la ropa de la lavadora y la tendí, el día no dio para más.

El viernes Eliseo estaba como nuevo y yo seguía teniendo agujetas (se veía venir jajaja), no sucedió nada interesante en la empresa, salvo porque el jefe se había cogido el día libre. Al terminar las prácticas Eliseo y yo esperamos a que Anderson saliese del gym para ir los tres al bar de la piscina municipal.

En el bar pudimos disfrutar de una cena al aire libre con un ambiente bastante agradable y luego después jugamos a la diana (es  justo ese momento en el que digo que en España jugaba a esto día sí y otro también jaja), jugamos un par de partidas (gané casi todas...) y nos fuimos a casa, el viernes había llegado a su fin.

El sábado por la mañana yo necesitaba con urgencia un corte de pelo, no me corté el pelo en España antes de venir y busqué una peluquería para hacerlo. Anderson me acompañó y me sugirió un sitio mucho mejor que el que yo tenía en mente.

Anderson también estrenó corte de pelo

Al salir de la peluquería los dos fuimos a casa, donde hicimos nuestra primera tortilla española (adjuntaría foto, pero hicimos una obra de arte que solo unos pocos pueden entender jaja). Al pasar unas horas salí a correr, casualmente mi ruta estaba cerca del bar donde jugamos a los dardos el día anterior y resulta que habían organizado una fiesta por la llegada de la primavera, así que despues de cenar y casi de correprisas nos cambiamos y fuimos a la fiesta.


La noche fue muy buena, hacía buena temperatura, buen ambiente, la música era española (aquí en Portugal siguen escuchando la canción del venao jaja); sin embargo lo que más me impactó fue que en una misma fiesta había gente de diferentes edades, en España no es algo tan frecuente. No nos quedamos hasta el final de la noche porque ibamos a despedir la semana viendo Setúbal.


Al llegar a Setúbal fuimos caminando hacia el puerto, un amigo que vivió aquí unos meses me recomendó algunos sitios que visitar, sin embargo, terminamos cogiendo un ferry para ver la Península de Trôia.

Trôia es una pequeña parte de Portugal que según nos han contado ha querido convertirse en la Ibiza de Portugal, tiene unas playas maravillosas, sin embargo sus mares son como el Cantábrico. 

A parte de playas (praias en portugués) también cuenta con restaurantes, urbanizaciones que solo Jeff bezos y gente de su poder adquisitivo podría permitirse y un casino donde hacen espectáculos. Como se hizo la hora de comer, buscamos un restaurante para comer, donde por suerte la camarera que nos atendió hablaba español.

La decoración del bar incluía a Pablo Escobar



Después de esta comilona abandonamos Trôia. Sin duda es un lugar que merece la pena ver, pero es para un día de verano, y a ser posible en sábado porque las tiendas que vimos estaban cerradas. antes de marchar, vimos un 100 montaditos que había cerrado definitivamente.

               La internacionalización no le fue nada bien aquí

Al volver a Setúbal, estuvimos andando por el puerto hasta que encontramos una bolera, no se cuantos coches tesla llegamos a ver ese día, puede que fuesen 10 o 12.

                                                           En Portugal los regalan con el colacao

Después de jugar la partida de billar más larga de la historia, volvimos a la estación de tren, donde nos dimos cuenta de lo cansados que estábamos. El día no podía dar para más.



Habíamos superado una semana más, 14 días en Portugal y dos fines de semana seguidos de viajes. Pasaron muchas cosas más después de este día, pero eso os lo contaré en otro momento.



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